La Archicofradía del Rosario Coronada
nos ha enviado la siguiente nota de prensa sobre el recibimiento de una
importante carta llegada desde Roma, del Maestro de la Orden de
Predicadores, su máxima autoridad, con motivo del 50 Aniversario de la
Coronación Canónica de Nuestra Señora del Rosario.
El día 7 de Octubre, fiesta de la Virgen
del Rosario, esta Archicofradía recibió procedente de Roma una carta
del P. Maestro de la Orden de Predicadores Fr. Bruno Cadoré, superior
Mayor de la Orden de Predicadores, al que cariñosamente denominan
sucesor de Santo Domingo. En estas bellas páginas que recibimos se nos
reafirma nuestra razón de existir como fuente y elemento de
evangelización en medio del mundo.
Con esta carta, dirigida al P. Director,
a la Archicofradía del Rosario y a todos los devotos del Rosario en
Granada quiere sumarse al Año Jubilar con motivo del 50 aniversario de
la Coronación Canónica. “las celebraciones que habéis preparado con
tanto esmero y ahora vivís intensamente para celebrar el 50 aniversario
de la Coronación canónica de la sagrada imagen de Ntra. Sra. del
Rosario, Co-patrona de la Ciudad de Granada, son una gracia, que deseo
compartir con vosotros, alabando al Señor por las maravillas que ha
obrado y obra continuamente en medio de su pueblo”.
Tras esta declaración de intenciones el
P. Maestro hace una reflexión sobre el milagro de la estrella,
interpretándolo como “manifestación de la gloria de María o como la
mirada gozosa de una Madre que se alegra de la curación de sus hijos, la
ciudad sufría en aquellos tiempo una epidemia de peste, la alegre
invitación de vivir en el misterio de su Hijo, luz de las naciones”.
Tras esto habla de la tradición y el
valor de recordar, del que nace la meditación necesaria para el
encuentro con Dios; la contemplación. Advierte asimismo el P. Maestro
que esta celebración de este cincuentenario “tiene que convertirse en
una oportunidad para que cada uno de nosotros se plantee, o vuelva a
plantearse” su modo personal de escuchar la Palabra de Dios, sobre su
deseo auténtico de recibirla, de conservarla en el propio corazón, de
dejarse transformar por ella”. Para ello propone una decisión sencilla
pero firme, “dedicar un tiempo de día a la escucha intensa de la Palabra
y considerar este momento como el tiempo más importante de nuestra
jornada” y recuerda que “el Rosario es uno de los métodos de oración,
que pone en su centro la escucha meditativa de la Palabra de Dios”
Asimismo denomina al Rosario como oración “bíblico-evangélico y
eclesial” y que a la vez es “vocal, auditiva, táctil e imaginativa,
abrazando a toda la persona”.
Otro aspecto que resalta es que de los
misterios divinos contemplados en el Rosario es el ejercicio de la
misericordia recordando como la Archicofradía tenía un patronato para
dar dotes a doncellas pobres en el pasado y como hace cincuenta años se
creó el Colegio del Rosario para favorecer la formación humana, y como
las presentes celebraciones también se han planificado ayudas
humanitarias. Esta es la segunda decisión sencilla pero firme, a la que
nos invita el P. Bruno, a que compartamos lo que está en nuestro plato.
Por último propone el Rosario “que cada
uno vive de modo completamente personal, apareciendo como un método que
dispone al don de la contemplación, habiendo sido experimentado durante
siglos por millones de fieles y cientos de santos, donde los misterios
parecen desvelarse y transformarnos”.
Por último añade “la coronación canónica
con la corona de oro, que tuvo lugar hace 50 años, es un símbolo rico
de significados que se refieren a María Reina y madre de Dios, pero
deseo (para cada uno y para todos vosotros) que la recitación cotidiana
de algunas decenas sea no sólo una ratificación de aquella coronación
deseada por vuestros padres y madres, sino que llegue a ser vuestra
corona, la coronación viviente realizada en vuestros mismos corazones”.
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