lunes, 29 de marzo de 2010

La Hermandad del Despojao y Salud emocionó de nuevo con su estación de penitencia.

Tarde-noche del Domingo de Ramos, es sinónimo de tarde-noche para Jesús del Gran Amor y su Santísima Madre, la Virgen de la Salud. Un año más la Humilde y Fervorosa Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús del Gran Amor Despojado de sus Vestiduras y María Santísima de la Salud realizó su estación de penitencia por las calles de nuestra ciudad.

Este año se estrenaba como nuevo Hermano Mayor, D. Manuel Cabrera Jiménez, el cual realizó el rito del comienzo de la estación de penitencia llamando a las puertas del Templo de El Salvador, para que se abrieran y empezará a salir la Cruz Guía y los faroles de acompañamiento y comenzará la estación de penitencia de esta corporación del Domingo de Ramos sexitano.


Comenzó su discurrir por las calles de Almuñécar, con puntualidad. Empezarón a salir desde dentro del templo los penitentes y las representaciones previas al paso de misterio de Jesús del Gran Amor que salió pasadas las 17:40 horas a los sones de la Marcha Real interpretados por la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo del Mar de Vélez-Málaga que los acompaña por segundo año consecutivo. Pocas novedades presentaba la Hermandad como el cuerpo de acolitos turiferarios del paso de misterio, incensarios y naveta para dicho cuerpo.

Detrás de Él, su Madre, María Santísima de la Salud que lucía explendida gracias a la labor de su nuevo vestidor, D. Jorge Heredia. Unos problemas con el llamador de su paso retrasaron un poco su salida, problema que se solucionó con rápidez. En presidencia iba con el Hermano Mayor, el General de las Divisiones Reales, D. Diego De Otero Zuleta que acompañaba a la Hermandad otro año más.

Ante un plaza Cristo de la Buena Muerte llena de público que veía el salida de la Hermandad desde El Salvador, las costaleras de María Santísima de la Salud realizaron varias chicotás en la plaza para enfilar hacia la calle Pintor Manuel Rivera.

Su paso por Tribuna Oficial de nuevo fue maravilloso con las chicotás en los dos pasos y su discurrir llego hasta el callejón del Silencio y a las puertas del Barrio de San Miguel. Parado el paso de Jesús del Gran Amor a las puertas de entrar por la calle Nueva, su capataz, D. Miguel Ángel Aragón, les dijo a sus costaleros "vamos a entrar en nuestro barrio", el Barrio de San Miguel que acoge con mucho cariño el paso de la Hermandad por aquí.


Llegados a la Cuesta del Carmen, numeroso público esperaba a la Hermandad ver las chicotás y maniobras díficiles que realizan los costaleros y costaleras de los dos pasos de la Hermandad.

Ya entrada la madrugada del Domingo de Ramos al Lunes Santo, llegó de nuevo la Hermandad de Jesús del Gran Amor y María Santísima de la Salud a su sede canónica hasta el próximo año 2011.

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